Un Manifiesto Ciborg
Haraway ha sido descrita como una “feminista, más bien laxamente una neomarxista y una postmodernista” (Young, 172). Jugando con las palabras del famoso Manifiesto Comunista de Marx, Haraway publicó Un Manifiesto Ciborg: Ciencia, Tecnología, y Socialismo-Feminista en el Siglo Veinte Tardío en 1985.
En él, Haraway usa la metáfora del ciborg para ofrecer una estrategia política para los intereses aparentemente disparatados del socialismo y el feminismo. Primeramente, introduce y define el “ciborg” en cuatro partes. Un ciborg es:
Organismo cibernético
Híbrido de máquina y organismo
Criatura de realidad social vivida
Criatura de ficción.
De acuerdo con Haraway en su Manifiesto, "No hay nada acerca de ser hembra que una naturalmente a las mujeres. Ni siquiera existe tal estado como el de 'ser' hembra, que de por sí es una categoría altamente compleja construida en discursos científicos sexuales debatidos y otras prácticas sociales" (155). Un ciborg, por otro lado, no requiere una identidad estable y esencialista, argumenta Haraway, y las mujeres deberían considerar crear coaliciones basadas en "afinidad" en vez de identidad. Para dar base a su argumento, Haraway analiza la frase "mujeres de color", sugiriéndola como una categoría posible de política de afinidades (Senft, 2001).
La idea es modificar el propio pensamiento de individuos aislados al pensamiento de la gente como vértices en una red. En este sentido, se puede desarrollar un nexo que no tiene nada que ver con ideales occidentales patriarcales. El “mundo ciborg” ideal de Haraway consiste en gente viviendo junta, sin miedo de su nexo comunal con los animales y las máquinas. “La lucha política es ver desde ambas perspectivas al mismo tiempo, ya que cada una revela tanto dominaciones como posibilidades inimaginables desde el otro punto de vista. La visión sencilla produce peores ilusiones que la visión doble o los monstruos de muchas cabezas” (155).
“Prefiero ser una Ciborg a ser una Diosa”
En los 90 se inició la era ciborg y Haraway es una fiel colaboradora de la cibercultura actual. Aunque en sus textos Haraway utiliza la tecnología a través de la metáfora del ciborg, a la vez es crítica con las consecuencias de lo tecnológico. La idea de que las máquinas pueden contribuir a la liberación es algo que las feministas y mujeres deberían considerar. Haraway escribe: “Hasta ahora (había una vez), la personificación femenina parecía ser algo dado, orgánico, necesario; y la expresión de lo femenino parecía significar el disponer de habilidades maternales o en sentido estricto o metafórico. Solo estando fuera de lugar lograremos un placer intenso con las máquinas y, entonces, con la excusa de que al fin y al cabo se trata de una actividad orgánica después de todo, podremos apropiárnoslas para las mujeres(180).
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Donna Haraway, Manifiesto para cyborgs: ciencia, tecnología y feminismo socialista a finales del siglo XX
Donna Haraway, Las promesas de los monstruos: una política regeneradora para otros inapropiados/bles