Cuento: "Yo soy el robot" de Valeria Prado

Título: Yo soy el robot

Autor: Valeria Prado Solier

Categoría: 1ro-3ro de secundaria

Colegio: San Martín de Porres

Dato de contacto: lokis_5096@hotmail.com

 

Yo soy el robot

Cuando me crearon creí que esto no funcionaría, pero ya ven hoy todos están rodeados de los robots. Somos m’as seguros que cualquier invento estadounidense o chino. Fuimos creaods para el uso humano, pero ya somo más que eso, nosotros somos quienes gobernamos y gobernaremos el mundo.

Somos tantos robots que ahora nosotros somos quienes hacemos todo, somos distintos pero todos tenemos la misma programación.

Un día cuando estuve paseando a un can vi pasar a otro robo y traía consigo un pequeño bolso, quise detenerlo creyendo que estuvo robando, lo seguí, pude observar que lo que llevaba eran unos medicamentos y trataba de salvar al humano quien lo adoptó. Me di cuenta que yo me creía el salvador de todos porque fui el primer robot que fue creado y pensé que por ser el primero sería el más desarrollado y completo, pero me di cuenta que todos somos iguales y por eso ahora estoy tan acabado y esto fue a causa de seguir luchando por ser el mejor, es que siempre me hicieron creer que yo era el rey de los robots. Después de unos años dejaron a mi cargo a un robot que recién había sido creado, yo le dije que lo consideraría como mi hijo y también le dije que nosotros los robots somos superiores a los humanos. Él me dijo: yo no sé lo que tú creas, pero en mi programación está que nosotros recibiéremos órdenes de los humanos, quienes nos crearon porque nuestro creador fue un humano. Ellos son los seres más inteligentes porque pensaron en crearnos y más quien nos ideó. Es un hecho que somos indispensables, pero eso no significa que somos líderes. Yo le respondí: No puedo creer que estés diciendo esto, porque gracias a nosotros los humanos son ahora lo que son.

Ya pasaron 15 años desde aquel entonces y ahora soy el robot más antiguo, ya nadie me necesita. Un día cuando estuve en la calle, vino un camión con una gran voz y mostrando los nuevos robots, así una mano mecánica me cogió y una gran voz dijo: miren a este viejo robot y todos se rieron. Pusieron a otro robot en mi lugar, era uno más grande, podía moverse con mayor facilidad, eran más rápidos, traían objetos en su interior.

Hoy estoy en un cuarto oscuro, rodeado de otros viejos robots, junto a mi está mi hijo y me dijo: papá, te dije que no éramos líderes, sólo éramos quienes seguíamos órdenes de humano. Le dije: si hijo, ya lo estoy sufriendo. Estoy orgullo de ti hijo, ¡te quiero!