CF y Paradigma del Siglo XXI: Tecnología, ecología y sociedad
La relación entre sistema socioeconómico, ecosistema, historia y tecnología marca el desarrollo de las civilizaciones de una forma definitiva. La manera como se plasma esa relación en un determinado patrón organizativo expresado en creación y distribución de productos materiales y culturales, tendrá una contrapartida en una relación sana o destructiva con la naturaleza y la biosfera. Dilucidar esa deriva filogenética (historia del conecte entre sistemas naturales y artificiales), esa relación conflictiva o armónica sustentada en patrones organizacionales (concreciones socioeconómicas y paradigmas científico-tecnológicos), acoples estructurales (interacciones recurrentes entre tecnología y ecología manifestadas en la literatura de ciencia-ficción), clausuras operacionales (cambio climático y sus impactos que obligan a cerrar un capítulo y abrir otro: el del desarrollo humano sostenible) apunta la siguiente exposición.
Científicos sociales, biólogos, físicos y hasta empresarios, profesores y público en general, necesitan ante la actual ola de complejidad que sumerge velozmente la realidad, apropiarse de los nuevos conceptos y nuevas experiencias provenientes de los desarrollos específicos de las diferentes ciencias naturales y/o sociales, con frecuencia dichos avances (mejor diseñados desde la ciencia-ficción) nos pueden brindar elementos suficientes para escoger y debatir sobre las rutas hacia el futuro.
Cuando ligamos los términos CF, sociedad, tecnología, paradigma y ambiente, pareciera existir una contradictoria relación entre ellos, y quizás se manifieste este conflicto por que la naturaleza tal y como la conocemos actualmente es antropogénica, un producto social, determinada conjuntamente con el factor humano, a su vez una mixtura de naturaleza y cultura, pero... la ciencia (como paradigma orientador) hasta ahora no ha logrado un enfoque popular y relevante para atender los problemas derivados de la crisis ambiental y de civilizaciòn que moramos, lugar de encuentro entre esos actores: ecosistema y ambiente por un lado y sociedad (gestión: productiva y cultural) por otro, ni tampoco para la conexión fáctica entre ambos: la tecnología, terreno por excelencia de la CF.
Nos enfrentamos a una herencia ofrecida por las generaciones anteriores plagada de errores y desafueros, y ya que parecemos estar destinados a modificar y reconfigurar la naturaleza, entonces... ¿Por qué razón debemos proteger precisamente este nivel desastroso que hemos fabricado? ¿Por qué debemos conservar el actual estado calamitoso de la “naturaleza” que sobrevive?. ¿No sería mejor acaso, como piden algunos autores de CF dejarnos de preocupar por el problema ecológico y convertir el planeta en algo totalmente artificial (una especie de huida hacia delante), donde todos los procesos sean controlados tecno-socialmente y sirvan para ser ofrecidos en el altar de la ganancia?. Quizás en este punto se sienta repugnancia ante el argumento, y se responda que sin duda alguna siempre es mejor proteger que destruir (aún con al aliciente del beneficio), y esta respuesta se relaciona tanto con la clase de naturaleza que queremos y soñamos como con la forma de diseño que debe tener nuestra relación futura entre sociedad, sistema educativo, cultura, economía, filosofía, ciencia, tecnología, ambiente y ecología.
El paradigma de la complejidad autoorganizada que empieza a desplegarse ante la humanidad exige enfoques integrales y no parciales, sustentados en sistemas dinámicos autopoiéticos; criterios científicos y filosóficos amalgamados con los educativo-culturales, empresariales y políticos; para su comprensión apela a una modificación radical de las relaciones entre los seres humanos y la naturaleza, una especie de pacto inteligente que sobre la base de la deriva filogenética y la experiencia histórica nos permita romper nuestra falla básica y construir aquellos grandes proyectos que nuestro país (y nuestro planeta) requieren para perdurar y sustentar a las generaciones venideras. Exige propuestas sintéticas como el IEMA (Imagen integral, enfoque holístico, metodología sistémica y actitud prospectiva), y culturales como la CF, que nos puede permitir acercarnos a la complejidad por hacer convivir diversos saberes (multidisciplinar), que trascienden sus marcos interactuando en diversas dimensiones (transdisciplinar), que se nutren y fecundan en mutua armonía (interdisciplinar), para realizar una búsqueda conjunta de alternativas (metadisciplinar), y que sustenten una nueva visión (paradigma de la complejidad autoorganizada) - donde la información y la producción de conocimiento al adquirir insólitas dimensiones nos obligan a renovarnos permanentemente - y acceder a una nueva misión (construcción de esa alternativa en el terreno ambiental planetario) mediante un perfil multidimensional y polifuncional que requerimos en este momento histórico de gran riesgo ambiental para interpelar, interpretar y acercarnos creadora y eficientemente a las características de ese nuevo mundo que empezamos a morar, expresados en temas claves en el despliegue actual de la CF:
1. Artificialeza y naturaleza: La nueva relación entre tecnología y ecología, o entre artificialeza (como instrumental creado por la humanidad) y naturaleza (como herencia biológica recibida por la coevolución) está marcando el desarrollo de nuestra sociedad de una forma definitiva. (Maturana & Valera, Pagels, Peat & Briggs, Talbot desde la ciencia y la corriente ciberpunk, Greg Bear, Neal Stephenson, Kim Stanley Robinson, China Mieville desde la ficción)
2. Acción antropogénica: Como coadyuvante de la crisis ambiental (Goldsmith, Gore, Capra, Erhlich & Erhlich desde la ciencia o David Brin, John Varley, Ray Bradbury, Wyndham, Priest, hristopher desde la ficción)
3. Sinergia y autoconstrucción de alternativas: No debemos acostumbrarnos a rutina alguna y esperar lo imprevisto con la mirada puesta en e surgimiento de novedades, la interacción de actores, la creatividad y la percepción intuitiva (recordemos que en realidad, una parte sustantiva de lo que logremos estará basada en las sucesivas capas de conocimientos procesados, datos, esquemas, emociones, que reposan en nuestro sistema de conocimiento corporal): desde Machio Kaku, Brian Green, Stephen Hawking, Hugh Everett en la parte ciencia hasta Isaac Asimov, Stephen King, Poul Anderson, Frederik Pohl, Gregory Benford, Iain Banks en la ficción)
Luis Bolaños es un escritor colombiano residente en Perú. Sociólogo. Ha sido Consultor de Concytec (Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica) con anhelo transdisciplinar, con pasión por la búsqueda del conocimiento y la investigación permeada por lo humano e invadida por la vida. Ha fatigado claustros universitarios, selvas y ecosistemas diversos, periódicos, ONG's, cineclubes, sindicatos, ministerios e institutos de investigación, participando, aprendiendo y enseñando. Ha publicado en papel y en digital. Se siente orgulloso de su columna de Ciencia Ficción: Cuarta Dimensión en "Saber", suplemento de La República (Lima); de su texto universitario: Psicobiología (Bogotá);de su sección Bitimagen (Velero25); y de sus aportes para Sitio, Alfa Eridiani, Pasadizo, Axxon, Velero 25 y Revista Argonautas. Miembro activo del grupo Coyllur de aficionados a la fantasía y ciencia ficción.
Comentarios
Postulados para conocer en profundidad
Siendo también amante de la ciencia ficción, y entusiasta del conocimiento científico, me interesa mucho conocer un poco más de los postulados que trae su artículo. Espero poder entender de fondo cual es la propuesta. Muchas gracias por el artículo.