Cuento: "Yo soy el robot" de María Hikaru Yomada

Título: Yo soy el robot

Autor: María Hikaru Yomada Yucuara

Categoría: 1ro-3ro de secundaria

Colegio: Enrique Camino Brendt, S.J.L.

 

 

Yo soy el robot

Día: 3 de  Noviembre del año 2519.

Clima: 28 grados.

Lugar: Noroeste de México

Iniciación completa.

<<Ah, por fin otro día>> << ¿En dónde estoy? Este no es el albergue de ancianos>> << ¿Y esas máquinas? ¿Por qué hay tantos robots aquí? ¿Qué hago yo aquí?>>

-¡Traigan al otro!- escuché decir a un hombre- Ya son la nueve, momento de reiniciarlo.

<< ¿Reiniciarlo? ¿Qué es eso? >>

De la nada empecé a sentir un mal presentimiento, como su tuviera que huir de aquí.

<< Este extraño lugar, ¿en dónde estaré? ¿Por qué amanecí aquí?>>

Vi cómo mangoneaban a un pobre robot hacia unas de las extrañas máquinas, este ofrecía resistencia. << Pero, ¿por qué?>> Antes de que se lo llevaran gritó unas palabras que me dejaron desconcertado.

Todos os robots que estén aquí, ¡huyan, van a reiniciarlos, van a…!- pero no lo dejaron terminar, lo desactivaron.

<< ¿Por qué ese robot quiere que huyamos? ¿Por qué estamos aquí? ¿Acaso me van a hacer algo?>>

Traté de zafarme de donde me encontraba, pero no podía, luego una mujer vino y me colocó un adhesivo en la cabeza, al igual que los otros robots.

<< ¿Qué rayos es esto? ¿Qué dirá?...>>

Me sacudí un poco y el papel cayó al suelo, lo intenté coger, pero fue inútil

<< Debo tratar de huir, no sé por qué, pero debo…>> << Tengo un mal presentimiento>>

Me zafé rápidamente y me escabullí por detrás de unas enormes cajas que se encontraban llenas de piezas de robot, luego observé como un hombre ponía piezas dentro de ésta, que al parecer parecían pertenecer al robot que fue destruido…

<< ¿Qué le pasa?>>

Con más miedo corrí por entre las máquinas, cuando de pronto choqué con algo, me incorporé y observé detenidamente el objeto con el cual tropecé.

<< ¿Qué hace esta caja aquí? ¡Mi nombre!>>

Seguí observando la caja y me quedé viendo una pequeña etiqueta.

<< ¡Mi descripción!>>

Clase: 03pr320-IVO

Año de fabricación: 2510

Lugar de creación: Part’s S.A.

Reinicio: 4 de Noviembre del año 2519

<< ¡Reinicio! ¿Qué es eso?>>

De la nada escuché a un hombre que gritaba

 -¡Búsquenlo! ¡Debe estar por ahí! No llagará lejos…

Me paré, corrí con todas mis energías, salí del extraño edificio y llegué a una carretera.

<< No tengo otra alternativa, si quiero huir, tendré que irme por el drenaje>>

Me quedé pensando un rato, para luego meterme a la alcantarilla, bajé rápidamente y corrí a través de ella, no podía detectar nada dentro, así que programé mi visión a modo de nocturno, no había nadie.

Caminaba ya más calmado, cuando sentí una energía similar a la mía que me estaba siguiendo, busqué rápido refugio, sabía que no era un hombre, peor podía ser un robot guardián, hacia una hora que había sondado el toque de queda para robots, ninguno podría salir hasta el día siguiente, hacían esto con el fin de evitar que los robots hicieran reuniones secretas para rebelarse.

Sentí que un robot me estaba enviando señales.

-Tranquilo, no te haremos daño, también hemos huido, nos querían reiniciar- dijo un robot.

<< ¿Confío en ellos?>> me preguntaba.

-No te preocupes, también estamos tratando de huir, conocemos de un lugar en donde no nos harán nada- escuché decir a otro robot.

-¿Por qué confían en mí? Me atreví a preguntar.

-Porque mientras más robots seamos, más rápido podremos huir.

-¿Cómo saben que no soy un robot policía?- pregunté/

-Porque si no no te hubieras ocultado.

<< Buen punto>>

Algo temeroso, salí a ver con quienes conversaba, imaginé que serían 4 o 5 robots como máximo, pero me di con la sorpresa que eran más de 40.

<< ¡Cuántos robots!>>

-Hola, mi nombre es Walter, bueno, en realidad soy N1Z1-ONAR1-O, lidero este grupo.

-Hola, soy, bueno, en realidad no tengo nombre, mayormente me dicen D3PR3Z-IVO.

-Bueno, desde ahora te llamaremos Jack. ¿Está bien?

-Bueno- respondí algo intrigado.

-Te voy a explicar lo que ocurre, hiciste una buena opción en venir a las alcantarillas, a los policías no se les ocurre venir aquí porque se oxidarían y los desecharían más rápido.

<< ¿Oxidarían? ¿Qué es eso?>>

-Nosotros somos robots que hemos huido de nuestra reiniciación, estamos huyendo de los humanos, planeamos ir a una selva tropical, para que no nos puedan hallar, ahí existiremos tranquilo….

-¿Todos han huido de su reiniciación?- pregunté.

-Sí, algunos antes de ella, para que no los puedan atrapar.

-¿Y a ti Walter, cuando te iban a reiniciar?

-A mí deberían haberme reiniciado hace tres años.

<< ¡Hace tres años!>>

-Todo este tiempo has estado aquí, supongo- dije.

-Sí, mientras me he dedicado a reunir a todos los robots que no quieran ser reiniciados, para poder huir a un lugar mejor, bueno, no perdamos tiempo, esta noche tenemos que salir…

-Pero una pregunta más Walter, ¿qué es el tal reinicio?

-¿No lo sabes?

-No, huí antes de descubrirlo.

-Es mejor que no lo sepas aún, cuando salgamos de aquí de lo contaré todo.

Seguí a Walter a través de la al cantarilla con los demás robots detrás, se sentía cálido poder convivir con otros robots que no sean de mi misma clase, mientras caminábamos, llegamos a un extraño lugar, estaba lleno de líquido, basura y un extraño polvo.

<< ¿Qué clase de lugar es este?>>

-Bueno amigos, llegamos al mar- dijo Walter.

<< ¿Al mar? ¿Qué es eso?>>

-De aquí tendremos que tomar un barco para irnos a las islas, así que sean precavidos, que nadie los vea, y por lo que más quieran, ajusten bien sus engranajes para que no se caiga ninguno al agua.

<<Bueno, si sabe tanto, debe de ser por referencia a su nombre>>

Lentamente fui caminando junto a los demás robots y por una portezuela que barió KONZ-TUZ-10 N, un robot especialmente hecho para ingeniería, entramos. Me acomodé sobre unos cartones como los demás y me activé en modo de descanso, sabiendo que podía pasarme cualquier cosa mientras estaba así…

Día: 4 de Noviembre del anio 2519

Clima: 28 grados.

Lugar: No registrado.

Iniciación completa.

<< Ah, ¿dónde estoy? A, verdad, en el barco. Tengo que acostumbrarme a despertar en lugares distintos>>

-Muy bien, ahora que todos se iniciaron, debemos bajar, el barco ha llegafo a la isla que esperábamos, antes de que se vaya debemos salir, así que tomen sus cuerdas y salgamos por el pasadizo de atrás por donde ingresamos ayer- escuché decir a Walter.

-Jack, apresúrate- me gritó.

-Sí, ya voy- respondí.

Seguí a los demás como si fera parte de un rebanio, veía robots de toda clase y tamanos, sentía como si por fin hubiera llegado a mi verdadero lugar. Al bajar por el corredizo, algunos cayeron al agua y no lograron salir, me preguntaba si sabía lo que le  iba a pasar, seguí caminando y llegué a una superficie nunca antes vista, parecida al mismo pvo extranio que vi al salir de la alcantarilla.

-Esto es arena- me dijo Walter.

<<Arena…que interesante>>

Mientras seguía caminando con los demás, nos adentramos a la jungla.

Caminamos horas y horas, pero no sentíamos cansancio como los humanos, más bien nos sentíamos llenos de energía, pues la luz del sol se metía entre las ramas de los árboles y recargaban nuestras baterías. Mientras caminábamos algo inesperado pasó, una flecha extraña impactó en uno de nuestros compañeros, Walter inmediatamente gritó:

-Tranquilos AKNINKAS, venimos en son de paz, no les haremos daño, estamos huyendo.

- Yo hijo yut, ¿ustedes?- oí decir a una persona entre las ramas. Automáticamente mi escáner de idiomas detectó que no era un idioma igual al de los otros humanos de la ciudad, pero igual podía ver la traducción a través de mi monitor, decía

-¿Por qué he de confiar en ustedes?

AL igual que la extraña persona, Walter empezó a hablar con el mismo idioma, podía entenderlo todo.

-¿Por qué no ha de confiar en nosotros?- dijo Walter- No les haremos daño, estamos huyendo, no queremos que nos maten.

-¿Quién los quiere hacer daño?- dijo una persona entre las ramas.

-Nuestros propios creadores.

No se escuchó nada entre los arbustos, luego de unos escasos segundos que se sintieron eternos y llenos de importancia, salieron de entre las ramas un grupo de personas de apariencia tribal que llevaban inscripciones rojas por todo su cuerpo.

Uno de ellos, aparentemente el líder, se le acercó a Walter y le dijo…

-¿Qué quieren de nosotros?

-Queremos que nos b rinden refugio solamente, no necesitamos de agua ni comida- respondió Walter.

-¿Qué clase de animales son ustedes?-respondió el jefe.

-No somos animales, somos una creación artificial viva.

-¿Se puede crear vida artificialmente?

-Se puede crear muchas cosas, incluso zapatos- dijo Walter, mientras miraba los pies descalzos de las personas.

-¿Zapatos? ¿Qué es eso?

-Son unos pequeños dispositivos que se colocan en los pies.

-¿Por qué habríamos de cubrir nuestros pies?- dijo el más robusto de las personas.

-Para no hacerles daño.

-Al parecer sabes mucho- dijo una mujer.

-Lo puedo ver- dijo el jefe- Te daremos protección, a cambio que nos ayudes a resolver un problema.

-Está bien- dijo Walter confiado.

-¿Por qué se está muriendo tanta gente?

Walter miró a las personas extrañado, luego se quedó pensando y llamó a los enfermeros y médicos que había en nuestro grupo de escape, habló un momento con ellos y dijo:

-¿Presentan algunos síntomas las personas que fallecieron?- preguntó Walter.

-No lo notamos, simplemente parecían que morían faltándoles el aire.

Walter se juntó nuevamente con los médicos y empezaron a preguntarse las probabilidades, extrañamente me llamaron a mi por ser cuidador de ancianos.

-Es una pequeña tribu, no saben mucho de tecnología y mucho menos de modernidad, deben de tener buena resistencia física. ¿Qué podría matarlos? Aparte de ellos mismos- dijo Walter

-Tal vez es una enfermedad hereditaria- dijo un médico.

-Lo dudo, ¿qué enfermedad hereditaria podrían tener?

-Si dijeron que morían como si se estuvieran asfixiando, debe ser una enfermedad pulmonar.

-Tal vez- dijo Walter.

-Si les sirve de algo, mi hija está enferma, no quiere despertar, pero sigue viva- dijo el jefe.

 

-¡Perfecto! ¿Podría llevarnos hacia dónde está?- respondió uno de los médicos entusiasmado.

El jefe hizo un gesto a su gente y se fueron caminando, a la vez lo seguimos.

Caminamos horas, entre árboles, ramas, insectos y unos cuantos animales. Era increíble poder tener la dicha de apreciar tan hermosa naturaleza y vegetación virgen. La mayoría de robots solo conocían el paisaje de su fabricas.

Todos caminábamos extasiados, como si supiéramos que una vez allí no había de qué preocuparnos. Llegamos cerca de una catarata, el  jefe hizo una reverencia y pasó a través de ella. Todos nos quedamos indecisos con seguir, era prácticamente de vida o muerte para algunos.

Miré a Walter, éste respondió con la mirada, se quedó pensando y arrancó la hoja gigantesca de una planta.

-Todos tomen una y cubran su centro de energía- dijo Walter mientras pasaba la catarata.

Todos logramos pasar, el agua no nos hizo nada.

Al pasar nos encontramos con algo que no se podía describir, algo de lo que mi chip de almacenamiento no sabía, algo increíble, algo extraordinario, una civilización altamente hecha de materiales preciosos, perfectamente estructurada y arquitectónica, algo incluso increíble de creer que haya sido realizada por una tribu que no conocía el uso de zapatos.

Al igual que yo, Walter estaba maravillado, pero nuestro sentimiento duró poco. El jefe nos guió hacia una pequeña cabaña que en la punta llevaba un gran rubí rojo.

Al entrar, habían varias mujeres que al vernos se asustaron y salieron, dejando a una joven cubierta por unas pieles, recostada sobre varios montículos de paja.

<<Es muy joven para sufrir una enfermedad pulmonar>>

Walter la miró y se agachó hacia una altura de ella, instantáneamente nos llamó. Los médicos empezaron a examinarla, no presentaba cortes o tumores en el pecho o algún otro síntoma para tratarse de una enfermedad pulmonar. Mientras ellos examinaban, yo observaba a través de una abertura hacia afuera.

Las mujeres que habían huido de donde me encontraba sacaban agua de un pequeño riachuelo que parecía de un extraño color verde, para cerciorarme de su color decidí salir a ver.

Caminé hacia el riachuelo, un poco temeroso de resbalar, cogí un par de hojas, me las coloqué en mi centro de energía, me agaché y coloqué un poco de agua sobre mi mano. Al instante se pudo notas cómo el recorrido del agua dejaba una m ancha negra.

<< ¡Es petróleo! Con razón las personas están así. ¡Están siendo contaminados!>>

Salí corriendo y entre rápidamente a la cabaña, los médicos aun estaban en debate para saber que ocurría. Por mi repentina entrada Walter me miró extrañado.

-¡Sé qué les pasa!- grité- Están siendo contaminados con petróleo.

-Imposible- dijo un médico- Dudo que ellos conozcan ese material.

-¡Es cierto!- reclamé- El agua que beben está contaminada, miran- dije, ensenándoles mi mano.

Walter la miró y dijo:

-Es cierto, ¿de dónde lo has sacado?

-De aquel riachuelo- le dije señalándolo.

Fuimos a verlo. Walter ni bien lo vio quedó impactado al igual que los médicos.

-Debemos informarle al jefe sobre esto.

Walter y los médicos se fueron a hablar con él. Yo por mi parte, intrigado, decidí seguir el riachuelo. Caminé unos escasos quince minutos y escuché un sonido que jamás creí volver a escuchar. El sonido de una máquina de construcción, me escondí entre las ramas y observé un grupo de personas que extraían petróleo desde debajo del lago.

Activé mi modo de grabación.

Observé como con máquinas modernas y químicos extraños contaminaban el agua y me pareció un poco extraño que unas personas que tenían mucho conocimiento de tecnología no hayan podido encontrar la pequeña tribu donde nos alojábamos.

Escuché un sonido fuerte y seco, guardé mi modo de grabación y salí corriendo de regreso a la cabaña. Cuando llegué Walter le estaba dando extrañas explicaciones al jefe de la tribu, con ayuda de un robot especialmente hecho para multicines, se ayudaba con diapositivas, su nombre es  V1Z1-ON.3, se había vuelto un gran amigo del grupo.

El jefe, luego de aquella explicación, mandó un grupo de hombres que se encargara del asunto. Yo, un poco incrédulo, le pregunté a Walter si era capaz el jefe de matar a esas personas.

-No lo creo- me respondió.

Al parecer era humanista, apreciador de la vida, a mador de la naturaleza, cualquier cosa que tuviera que dañar a un ser vivo, debía ser apartada.

Pasaron los días y el riachuelo se tornó a su natural color cristalino.

 

Día: 4 de Diciembre del año 2519

Clima: 24 grados.

Lugar: No registrado.

Iniciación completa.

<< Ah, por fin pude desactivarme tranquilo>>

Ya había pasado un mes desde que descendimos sin rumbo del barco. Estábamos conformes con todas las leyes de la tribu, aquí ningún robot trabajaba si no quería, no había toque de queda, era perfecto, todas las mañanas a la misma ahora íbamos en grupo a recargar nuestras baterías, era un lugar especial, cerca de donde extraían petróleo.

Esa mañana salí junto con Luis y Walter, el robot de las diapositivas, llegamos al hermoso lugar. Luego de recargarse se fueron sin mí, ya que tenían que hablar con el jefe de una posible construcción a gran escala. Me quedé un rato más, pensando…

<< ¿Qué será la reiniciación? ¿Tan horrible será que hasta Walter huyó de ella y no quiere que nadie se entere?>>

<< ¿Por qué los humanos harán eso? Crean algo para luego destruirlo, deben estar locos. Incluso hacen algo parecido con ellos mismos, cuando llegan a su mayor etapa los levan a albergues, por eso es que existo. Pobres personas, extrañaban mucho a sus familias>>

Me quedé sentado un rato sobre una roca, cuando sentí que detrás de mí se movía un arbusto. No me pareció que fuera alguna persona de la tribu, cuando me acerqué no había nadie, examiné el suelo y mi sentido de alerta se activó…

-Una pala- pronuncié.

El hallazgo de ese material solo se significaba una cosa, alguien que no pertenecí a la tribu, sabía que estábamos aquí…

Cogí el material y salí corriendo, llegué hacia donde estaba Walter, se lo ensené y sin decirme nada, se quedó asombrado.

-¿En dónde has encontrado esto? ¿Alguien te ha visto?

No pronuncié nada, me quede callado y él entendió que la respuesta era sí.  Se quedó pensando en silencio.

-¿Sucede algo?- preguntó el jefe, quien también se encontraba allí.

Walter se quedó viendo y dijo.

-¿Conoce usted algún domicilio o lugar donde nos podamos esconder todos los robots? Creo que nuestros creadores nos han encontrado…

El jefe cambio su rostro a preocupación y le afirmo que nos podíamos esconder en uno de sus templos. Era un templo tan grande, en donde podrían caber más de 1000 robots. Lo malo sería que no había luz solar y nuestras baterías se descargarían rápidamente.

-No importa- insistió Walter- de alguna manera nos servirá como refugio temporal.

Walter reunió a todos los robots y nos informó lo que ocurría. Muchos robots supusieron que era una simple equivocación, pero Walter tenía sus dudas.

-No obligo a nadie a que nos sigan, solo los que quieran pueden hacerlo- fueron las últimas palabras de Walter.

Luego de dos horas, un poco más de la mitad de los robots se estaba recargando para entrar al templo.

EL jefe estaba un poco apenado, pues sabía que tal vez encontrarían su tribu y lo saquear’ian por los minerales, pero él quería que de todos modos nos salváramos.

-No importa, ustedes han salado mucho de mi gente, es hora de agradecerles. Ni bien se vayan los sacaremos de nuevo y los pondremos al sol- dijo el jefe mientras nos guiaba al templo.

La puerta del templo era sumamente confusa, tenía un mecanismo extraordinario, que mi centro de  almacenamiento nunca había podido visualizar. Mientras todos entraban, me quedé un momento afuera y activé mi modo de grabación, para recordar aquel hermoso lugar, al entrar pensé:

<< Tal vez sea la última vez que veo a estas personas>>

Mientras entrábamos, el jefe y sus guardias sellaron la puerta con una especie de código, prácticamente imposible de descifrar.

-Aquí estaremos seguros, si no descaramos, el jefe nos va a recargar- dijo Walter al grupo.

-¿Cuánto crees que estemos aquí?- le pregunté.

-No lo sé, supongo que poco – dijo Walter algo preocupado.

Sabíamos que era mentira, si encontraban la tribu iban a quitarles todos sus minerales y probablemente también los matarían. Ninguno de ellos quedaría para sacarnos de aquí, al extraer ya todo lo que había, se irían y para eso, nosotros ya estaríamos descargados.  Hasta que alguien nos encuentre pasarían años, tal vez siglos o tal vez nunca más nos volverían a encontrar.

Pasaron los días y nuestro temor se hizo realidad. Fuera de donde nos encontrábamos escuchábamos sonidos de máquinas excavadoras, otros robots y personas gritando/

<<Tenemos que hacer algo>>

Walter me observó y me dijo

-El jefe era listo. Quiso que nosotros nos salváramos y nos escondió en su templo junto con todos sus minerales y sus dioses.

-Me quedé admirado, tenía razón.

 

Día: 29 de Diciembre del año 2519

Clima: 18 grados.

Lugar: No registrado.

Iniciación completa. Batería casi vacía. Recargar.

<<Otro día, tal vez hoy día ya no vuelva a despertar>>

Miré a mi alrededor, habían varios robots que no despertaban desde hacía días, observé el altar, Walter estaba recostado observando un dibujo que se encontraba en la pared, me acerqué a él.

-Hoy se me descarga totalmente la batería- dije.

-A mí se me debió descargar ayer- dijo Walter.

Nos quedamos en silencio.

-Antes de descargarme, podrías decirme qué es la reiniciación…

-No- dijo Walter desplomándose instantáneamente al suelo. Se había descargado.

Recargar batería.

Apareció en mi monitor, me eché en el suelo y no pude ver nada más.

 

Día: 15 de Septiembre del año 25000/5000.

Clima: 8 grados bajo cero.

Lugar: No registrado.

Iniciación completa.

<< ¡Año 50000! Cuánto tiempo ha pasado>> << ¿En dónde estoy?>>

Miré a mí alrededor y vi a Walter aún recostado en el suelo, vi hacia el otro extremo y había un grupo de personas, más bien monos, que me veían con miedo.

<< ¿Qué pasa? Han pasado los años, ¿y las personas están volviendo a evolucionar?>>

-¡Jack!- gritó Luis.

-¿Luis qué pasa? ¿Por qué todo está así? ¿Cómo hemos sobrevivido?

-No lo sé- me respondió.

-Yo te lo puedo responder- dijo Walter.

<<Walter está vivo>>

-Todo es de suponer, esto iba a pasar-dijo- Al descubrir el lugar de origen de la tribu provocaría ambición en las personas, tanto así que generarían una guerra tan poderosa que acabaría con casi toda la raza humana. Al parecer la tribu n poseía mucha tecnología ni facilidades como los otros humanos, pero tenía muchos minerales sumamente costosos.

-¿Y cómo es que paso todo esto?- pregunté.

-Supongo que luego de generar tal guerra, los humanos que sobreviviesen se volverían nómades como antes, generando nuevamente otra era de hielo.

-¿Quieres decir que se ha vuelto a repetir la evolución?

-Sí.

-¿Y cómo nos han encontrado?

-El hombre, para poder evolucionar, tuvo que ser muy curioso, así descubrió el fuego, la rueda, el lenguaje, las matemáticas, la ciencia, etc. Su curiosidad le hizo querer hacer entrar al templo, al desconocer el material del que estamos hechos, decidieron sacarlos al sol, ahí es en donde nos recargamos.

-Luis- dijo Walter- será mejor que le ensenemos a nuestros futuros creadores lo que ha sucedido.

-¿Cómo?- preguntó.

-Les ensenaras todos los documentales, videos, archivos que tengas almacenados en tu memoria. Jack, tu les ensenaras medicina y así cada uno de los robots que haya sobrevivido lo haría.

Luis y Walter se fueron en busca de los otros robots que quedaban dentro. Me quedé viendo el panorama totalmente natral que se había formado.

<< ¿Será el inicio de una nueva civilización, que mañana más tarde, buscará de nuevo su autodestrucción?>>

Guardando configuración.

Cerrando sesión.

Fin.