Título: Yo soy el robot
Autor: Kiara Medrano Manrique
Categoría: 1ro-3ro de secundaria
Yo soy el robot
Yo tenía una vida común y corriente, con un trabajo y vivía sola. Un día estaba yendo de regreso a mi departamento, cuando vi a un señor borracho; otra persona hubiera dado media vuelta y hubiera ido por otro camino, pero yo seguí de frente procurando evitarlo. Cuando estaba a unos cuantos pasos del hombre, éste sacó su arma y me disparó.
Me quedé tirada en el suelo, sangrando y lo único que recuerdo fue que un señor con barba blanca me dijo que iba a estar bien. Cuando me desperté me sentía algo rara, entonces me di cuenta de que mi tórax y mis dos brazos eran los de un robot. El lugar donde yo estaba no era mi departamento, entonces recordé lo que había pasado la noche anterior. En eso vino el hombre con barba blanca me preguntó cómo estaba, como no respondí nada él me explico que para que yo pudiera seguir viviendo tenían que reemplazarme algunas partes por las de un robot.
Yo tenía entendido que los robots eran máquinas que sólo obedecían las órdenes de sus amos y que no sentían ni tenían sentimientos, pero al parecer yo era diferente; yo si sentía, podía pensar y tenía mis propios sentimientos. Y lo mejor de todo es que sin contar la parte robot, tenía la apariencia de una humana y nadie podía darse cuenta de que yo era mitad robot. Pero, aún así, tenía 3 leyes que seguir:
Ese día me quedé en la casa del hombre de barba blanca que se llamaba Marcos. Él me dijo que encontraría algo que pueda camuflar mi parte robot, después de todo era un científico. También me dijo que me encontraría un trabajo para comenzar una nueva vida.
Empecé a trabajar a los 2 días después; en mi primer día conocí a un hombre llamado Daniel. Lo único que sabía era que de tan solo verlo ya me había enamorado de él. Daniel era un hombre apuesto, alto, pero marrón y ojos azules. Realmente lo tenía todo para enamorarme tan rápido de él. Trabajé muy poco el primer día, así que llegué temprano a la casa de Dr. Marcos.
Para poder mantener mi apariencia de humana, el Dr. Marcos me dio algo parecido a un spray que camuflaba mi parte robot. Lo mejor era que la pintura del spray no se despintaba, sólo cuando me caía o me golpeaba, cosa que no ocurría casi nunca.
En el segundo día de trabajo vi de nuevo a Daniel esta vez se me acercó y se presentó, nos quedamos un buen rato hablando. Nos hicimos muy buenos amigos en sólo semanas.
Después de 2 meses, él me pidió lo que yo más quería en ese momento, que fuera su novia. Era muy feliz, tenía a un hombre apuesto y bueno a mi lado.
Estuvimos como novios tres meses, hasta ese momento creí que Daniel era un hombre sincero y que me quería como era, aunque no le había dicho que era mitad robot y no pensaba decírselo. Uno de esos días antes de cumplir 4 meses, estaba yendo con Daniel al trabajo, me tropecé y me caí. Cuando me levanté me di cuenta de que Daniel me miraba con cara de miedo y vi que estaba viendo mi brazo, entonces me di cuenta de que una parte robot de mi brazo estaba al descubierto.
Daniel me seguía mirando con miedo y luego se fue, yo también me fui a la casa del Dr. Marcos. Él me preguntó qué era lo que me pasaba y le conté lo que había pasado con Daniel. El Dr. Marcos me dijo que si Daniel no me entendió sobre mi parte robot era porque no me quería en realidad. Yo le di la razón al Dr. Marcos, aunque me dolió un poco aceptarlo y tuve que seguir con mi vida.
Así pues, busqué otro trabajo y en este me fue muy bien, ya había trabajado 2 meses en mi nuevo trabajo, cuando un día saliendo del trabajo me choqué con un hombre alto, pelo negro y el color de piel casi igual al de Daniel. Se disculpó y se presentó como Edward, cuando lo vi a los ojos sentí algo raro, pero lo único que sabía era que ya no podía confiar en los hombres. Me presenté también y él se ofreció a acompañarme a mi casa. Llegamos a la casa del Dr. Marcos, los presenté y luego se fue Edward. El Dr. Marcos me dijo que parecía un buen hombre.
Al día siguiente me di cuenta de que Edward iba a trabajar en el mismo lugar que yo. Es que acaso los hombres no dejarían de estar molestando en mi vida. Bueno, cuando miraba a Edward sentía algo que nunca había sentido.
Un día yendo al trabajo con Edward, él me pidió para estar con él, pero yo le dije que tenía que pensarlo y le conté lo que había pasado con Daniel, incluso lo de mi parte robot. A Edward no le importó que yo fuera en parte robot, me dijo que yo podía sentir y me veía como una humana. Tal vez era por eso que Edward era tan diferente, él si me entendía. Le dije que de todas maneras tenía que pensarlo.
Ese día legué a la casa del Dr. Marcos y le conté lo que había pasado con Edward, él me dijo que debería aceptarlo porque tal vez no pueda haber otro hombre que me quiera tal como era. Tocaron la puerta y el Dr. Marcos fue a abrirla, cuando regresó estaba con Daniel apuntándolo en la cabeza. Daniel me dijo que regresara con él, que podíamos ser famosos conmigo. Él estaba muy diferente a como lo conocí, estaba muy descuidado. Le dije que no y él se puso furioso y me amenazó con que mataría al Dr. Marcos. En eso llamaron a la puerta, era Edward que al no abrirle, él entró y nos encontró. Todos nos quedamos quietos excepto Daniel que me seguía diciendo que regresara con él. Todo pasó en un momento, Edward agarró el brazo de Daniel y dejó que tirara el arma, estaban peleando cuando Daniel al coger el arma de nuevo disparó, pensé que me había disparado a mí, pero cuando vi al Dr. Marcos, estaba tirando en el piso sangrando. Tenía un sentimiento fuerte hacia Daniel, era odio, pero después de todo era mitad robot y no podía hacer daño a los humanos. Daniel salió corriendo de la casa, Edward llamó a la policía para que atraparan a Daniel.
Yo me quedé al lado del Dr. Marcos, el hombre que hizo todo por salvarme, que incluso tuvo que convertirme en parte robot para poder seguir viviendo. Me sentía muy mal porque por mi culpa lo habían herido, Edward llamó a una ambulancia.
Llevaron al Dr. Marcos al hospital, los doctores dijeron que estaba muy grave, pero harían todo lo posible por salvarlo. Fue el día más largo de mi vida, Edward se quedó a mi lado todo ese día. Los doctores después de horas, nos informaron que el Dr. Marcos había sobrevivido a la operación y que solo tenía que descansar unas semanas. Me puse muy feliz cuando me dieron esa noticia.
Cuando el Dr. Marcos se recuperó por completo, volví a trabajar y todo volvió a la normalidad. Edward me pidió de nuevo para estar con él y le dije que sí, porque había visto mucho en él, era diferente, no le importaba que fuera mitad robot. Era muy feliz porque al fin encontré alguien que me quisiera de verdad.