Título: Yo soy el robot
Autor: Verónica Castro Romaní
Categoría: 1ro-3ro de secundaria
Colegio: San Martín de Porres
Yo soy el robot
Hoy me tocó la clase de robótica a la última hora. El profesor nos habló sobre los robots y nos explicó la diferencia entre un robot y una máquina. Nos mandó a hacer un robot con las piezas de lego para que al final hiciéramos una pelea de robots. Al terminar comenzamos a pelear, pero nadie ganó. Hubo un empate. Guardamos las piezas en su sitio nos fuimos a nuestras casas. Almorcé, hice todas mis tareas del día, vi un poco de televisión y me fui a dormir. Al acostarme pensé: ¿Qué pasaría si yo fuese un robot?
Al terminar esta frase tuve un sueño profundo, <cuando me levanté y me fui a ver al espejo, me di cuenta de que era un robot. Mi cabeza era circular y mi cuerpo triangular. Era de metal, Mis manos y mis pies no tenían mucha flexibilidad como antes. Parecía que no sentía nada de lo que me hacían. Todo era extraño. L saber que era un robot, me quedé impresionada que perdí el habla. Desayuné un poco y cuando me tenía que ir al colegio, vi una nave inmensa, Me despedí con un beso a mis padres y me subí a la nave por las escaleras eléctricas.
Al llegar al colegio fui rápidamente a mi salón. Me tocaba clase con el profesor de historia. El profesor entró y nos dijo: “Examen sorpresa”. Al escuchar eso casi me muero. Nos entregaría los exámenes, yo no sabía nada, mi mente estaba en blanco. Pero después de cinco segundos me sacudí la cabeza y parecía que en mi cerebro tenía una computadora o sabía todas las respuestas del examen. Agarré mi lápiz, lo tajé y comencé a resolver las preguntas, que eran 20. Terminé todo y se lo entregué al profesor. Revisó todos los exámenes en media hora y nos lo entregó. Recibí mi examen y vi que tenía un veinte inmenso, estaba muy feliz. Tocó la campana y todos nos fuimos al recreo. Un chico, un poco extraño, se acercó a mí y me preguntó cómo me llamaba. Yo le dije: “Verónica, ¿y tú?”. Él me respondió: “Daniel”. Me preguntó si yo quería ir al parque un rato para conversar y yo le dije que sí. Nos encontramos en el parque y comenzamos a hablar. De pronto se acercó un poco más a mí y me agarró de la mano. Sentí cómo circuitos en todo mi cuerpo y le solté la mano. Se acercaba más y más y…Escuché la voz de mi mamá diciéndome que me levante porque ya tenía que ir al colegio. Me levanté un poco rara, pero sonreí. Estaba a punto de contarle a mi mamá lo que había sobado, pero se me olvidó muy rápido.